miércoles, 3 de noviembre de 2010

LO QUE ERA PROVIDENCIA................

Ya llovió desde que viví por primera vez y volví hoy día a la colonia Providencia en Guadalajara, específicamente en el sector Hidalgo.
El primer lugar donde tuve contacto con esta colonia fue con unos familiares que vivían ahí, yo venía todas las vacaciones a visitarlos, y vaya que me divierta como enano. La cuadra como solíamos llamar a aquella calle donde casi todas las casas tenían niños y niñas dispuestos a jugar todo el día. Eran juegos de  ese entonces que ahora dudo mucho las generaciones de niños lleguen a conocer.
Entre estos juegos estaba “Choyita”, “Stop” mejor conocido como declaro la guerra, escondidas, kitball, y un juego que si bien no sé si lo inventamos ahí o ya existía pero consistía en un tipo tenis con la mano que se jugaba a un bote con una pelota “Salver” la cual no podía botar más de una vez en tu cuadro (cabe recalcar que la calle estaba hecha de concreto por lo que era lozas y se dividía en cuadros perfectos, cada cuadro era asignado a un jugador que conforme iba ganando podía ir escogiendo otro cuadro ya fuera más chico o a mayor altura ya que la calle era una empinada bajada).
En lo personal uno de mis juegos favoritos era agotarme cargando la avalancha “Apache” hasta la cima de la calle desde la cual nos montábamos mi primo y yo y nos deslizábamos a toda velocidad esquivando rejas y portones de casas y alguno que otro vecino despistado que en más de una ocasión  nos hizo dar volteretas y acabar con sendos raspones en rodillas y piernas dignos de una película de terror.
Tengo tan fijos los recuerdos de esta colonia como si fuera ayer: La leche se repartía casa por casa en envases de vidrio y en su mayoría si no es que toda era Establo San José, en el parque de La Madre de Dios se podía jugar futbol (Checo acuérdate de tus flamantes Panam azules y tus calcetas Cibolain rojas y amarillas hasta las rodillas), comer un raspado en  dicho parque que ahora cambio de nombre a Charles de Gaulle (aunque pocos lo conozcan así).
El parque de los Colomos me parecía enorme no sé si porque se lo han ido comiendo o porque yo era muy pequeño, la avenida Montevideo era abierta y pasaba un rio de aguas negras que en época de lluvias se desbordaba y en más de una ocasión cayeron autos, inclusive esta avenida solo llegaba hasta Ontario lo demás no estaba abierto a la circulación y era un lugar perfecto para volar papalotes. Existían las tortas cubanas de la familia de Julián, o las famosas paletas Manhattan que aun aguantan el embate de las marcas transnacionales, que me pueden decir de la experiencia que era ir a comprar monografías o cartitas de los héroes de la revolución a la papelería de los chinos o a la Nueva Escocia (que olor tan característico tienen estas papelerías). Ir de compras al Gigante el no ver tantos edificios modernos o estar tranquilamente en calles no tan transitadas, se podía andar en bicicleta o andar caminando hasta tarde. En fin un sin número de recuerdos que podría pasarme el blog hablando de ellos.


Tristemente después de tantos años he visto como esta colonia, segura llena de vida, niños, arboles poco a poco ha ido perdiendo ese encanto. Después de vivir  muchos años fuera de esta colonia he visto como se ha ido transformando de tener un restaurante de carnes con mesas y sillas de coca con piso de piedras (El Gordo Steak) ha tener restaurantes por todo lo que es Terranova y Providencia. De tener calles tranquilas a calles congestionadas (Alberta y el Chaco, Av. Providencia y Pablo Neruda), de una arquitectura un tanto homogénea a grandes edificios modernos.

Algo quiero dejar claro no estoy en contra del desarrollo económico, y entiendo el crecimiento que ha tenido la ciudad, la población y el parque vehicular, de lo que si estoy en contra es todo lo que ha acarreado esto en esta colonia.  Un alto índice de congestionamiento vial (cero planeación urbana), que les puedo decir de la inseguridad que vivimos y digo “vivimos” porque ya la padecí y cito algunos ejemplos.
1.       Robo de camioneta al P. fuera de su casa.
2.       Asalto a mano armada al N. para quitarle su camioneta.
3.       Robo de la casa de la familia de D.
4.       Asesinato de una persona en Pablo Neruda y Ruben Darío en un bar.
5.       Asesinato de una señora que llevaba a su hijo al kínder.
6.       Asalto a farmacias ABC de Terranova.
7.       Robo a mi departamento y a todo el edificio en distintas ocasiones.
8.       Asalto a mano armada a una señora afuera del café Illy.
9.       Robo del estero de mi carro en la cochera de mi departamento.
10.   Múltiple robo de autopartes.
Solo por citar 10 ejemplos pero puedo asegurar que cada uno de los que lean han leído o se han enterado de cosas o situaciones que ya no son cosas aleatorias si no el pan nuestro de todos los días de los que vivimos ahí. (Cosa no rara en casi gran parte de la republica, hablo por lo que yo vivo)
El problema recae en todos, al momento que  dejemos de ser indiferentes a lo que le pasa a los demás, el aceptar lo que no es correcto (Ejemplo estacionarse en el camello de Av. Providencia  frente a La Madre de Dios y de paso pagar cuota a los cuida coches), a organizarnos como sociedad y exigir lo que creemos justo, solo de esa forma podremos cambiar.
Me despido de ustedes con una frase del libro “Los hermanos Karamazov” de Dostoievski y creo que engloba lo que no solo vivimos los que estamos en Providencia si no en todo México.

“MIENTRAS QUE YO ESTE BIEN QUE EL MUNDO ARDA Y DESPUES DE MI EL DILUVIO”

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